Israel lanzó una serie de intensos ataques aéreos en el sur del Líbano la madrugada del domingo, en lo que dijo era un ataque preventivo contra el grupo militante Hezbolá.
Poco después, Hezbolá anunció que había lanzado un ataque contra Israel “con un gran número de drones” como respuesta inicial al asesinato de Fouad Shukr, el máximo comandante del grupo, en una incursión en los suburbios del sur de Beirut el mes pasado.
Hezbollah dijo más tarde que había completado la «primera fase» de su respuesta al asesinato, y agregó que había atacado 11 sitios militares israelíes, disparado más de 320 misiles y enviado drones al norte de Israel.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que él y su ministro de Defensa, Yoav Galant, estaban dirigiendo la última operación desde el cuartel general del ejército en Tel Aviv.
Gallant declaró una “situación especial en el frente interno” y está previsto que el gabinete de seguridad encabezado por Netanyahu se reúna más tarde el domingo por la mañana.
Se escucharon sirenas en el norte de Israel y el Aeropuerto Internacional Ben Gurion en Israel desvió los vuelos entrantes y retrasó el despegue, pero se espera que el aeropuerto comience a reanudar los vuelos.
No hubo informes inmediatos de víctimas por disparos de cohetes y ataques aéreos transfronterizos.
Hezbolá comenzó a atacar a Israel inmediatamente después del estallido de la guerra con Hamás el 7 de octubre con un ataque transfronterizo lanzado por Hamás.
El último ataque se produce mientras Egipto organiza una nueva ronda de conversaciones destinadas a poner fin a la guerra de Israel contra Hamás, que se encuentra ahora en su undécimo mes.
Hezbollah dijo que dejaría de combatir si se alcanzaba un alto el fuego.
La semana pasada, el Ministro de Defensa israelí dijo que estaba moviendo más fuerzas hacia la frontera libanesa en previsión de posibles combates con el grupo respaldado por Irán.
Los enfrentamientos violentos entre Israel y Hezbollah continúan casi a diario, desplazando a decenas de miles de personas en ambos lados de la frontera y generando temores de que los combates puedan escalar hasta convertirse en una guerra total.
Pero hasta el domingo, ambas partes deseaban evitar un conflicto más amplio.
Se considera que Hezbollah es mucho más fuerte que su aliado Hamas, con su arsenal estimado en unos 150.000 cohetes y misiles, incluidos misiles guiados de precisión.
En los últimos meses, el movimiento también ha intensificado el uso de drones, contra los que Israel no tiene capacidad suficiente para defenderse.
